IES FRANCISCO TOMÁS Y
VALIENTE
A Francisco Tomás y Valiente se le conocía así, por su nombre y dos
apellidos.
Nació en Valencia en 1932, fue un escritor,
historiador, jurista, presidente del Tribunal Constitucional y profesor
universitario.
Digo fue porque hace 20 años, el 14 de febrero de
1996, lo asesinó ETA en su despacho de la Facultad de Derecho en la Universidad
Autónoma de Madrid. Su muerte marcó una forma diferente de manifestarse ante
los asesinatos de ETA, las manos blancas.
Fue la primera vez que los jóvenes salieron de forma masiva para expresar su rechazo
a la violencia y lo hicieron así con sus manos alzadas hacia delante y con las
palmas pintadas de blanco.
Fue un valenciano comprometido con una sociedad
más justa, la aceptación de quien es diferente. Estaba convencido de la
capacidad de cada persona para aprender, crecer, aprovechar la oportunidad de
vivir haciéndose libre gracias a la razón. Como dijo su hijo en un artículo
recordando el vigésimo aniversario de su muerte “fue un demócrata convencido de
la necesidad de respetar y confiar en los ciudadanos, en los votantes y en su
capacidad de decidir sobre el bien común”.
Todos estos valores, que formaban parte del
pensamiento del profesor Tomas y Valiente, deberían estar presentes en la
educación de los jóvenes en un centro
educativo. Formar a personas libres capaces de pensar por sí mismas,
tolerantes y que sean dueñas de su futuro.
Por eso creo que es un buen nombre para el
instituto de educación secundaria de Vilamarxant para, como el mismo dijo “edificar
con la razón y la tolerancia como instrumentos”.
La figura de este profesor valenciano, no tiene
ningún instituto de educación secundaria con su nombre en toda la Comunidad Valenciana,
aunque sí en otros lugares de España. ¿Es que no somos los valencianos capaces
de valorar a nuestros ciudadanos ilustres mientras otros sí lo hacen?
Es una buena oportunidad para que los alumnos de
Vilamarxant conozcan su figura y se le reconozca en su tierra.
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